La primera ministra británica anuncia que el acceso de los ciudadanos comunitarios al mercado laboral será el mismo que el de cualquier otro.
PUBLICIDADTheresa May tensa la cuerda con la Unión Europea. Durante la conferencia que está celebrando el Partido Conservador británico, la primera ministra ha anunciado que tras el Brexit, los trabajadores comunitarios no tendrá ningún tipo de preferencia sobre los demás. Queda por ver ahora cuál es la reacción desde Bruselas.
"La política de inmigración que anunciamos hoy se aplica en base a la votación del referéndum y recupera el control de nuestras fronteras. Garantiza que pongamos fin a la libre circulación de una vez por todas, y por primera vez en décadas, será el Gobierno británico el que determine cuántas personas y quiénes pueden venir al Reino Unido. Y sí, este sistema se basará en las habilidades, no en el origen de alguien, sino en cómo puede contribuir a nuestra economía", ha explicado la jefe de Gobierno.
May, no obstante, ha garantizado que aquellas personas procedentes de la Union Europea que ya están viviendo en el Reino Unido, podrán seguir haciéndolo sin ningún obstáculo. Entre las medidas anunciadas, está la de que todo aquel que quiera establecerse en el país deberá tener un umbral mínimo salarial.