La informadora fue hallada muerta el pasado sábado en el río Danubio. Las investigaciones apuntan a que su actividad profesional no tuvo que ver con su asesinato.
PUBLICIDADÚltimo adiós a Viktoria Marinova. El funeral por la periodista se ha celebrado en la ciudad búlgara de Ruse bajo fuertes medidas de seguridad. Además de colegas y familiares, entre los presentes estaban enfermos de cáncer y niños con discapacidad, focos de atención de Marinova, que fue hallada muerta el pasado sábado en el río Danubio, violada y estrangulada. Al principio se pensó que su asesinato pudo estar motivado por su actividad profesional, ya que denunciaba la corrupción endémica de su país. Pero el pasado martes por la noche, Severin Krassimirov, ciudadano también búlgaro de 21 años, fue detenido cerca de la ciudad alemana de Hamburgo con una orden europea de arresto en relación con el crimen. Ha admitido haber atacado a la informadora bajo el influjo del alcohol y las drogas, aunque niega haberla violado o robado. Según las autoridades, la supuesta implicación de Krassimirov descarta que la muerte pudiera ser a causa de las investigaciones de la vícitma. Marinova deja una hija de tan solo siete años.