Donald Trump ha puesto una piedra más en el camino de la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos. El inquilino de la Casa Blanca ha firmado una orden ejecutivo que prohíbe pedir asilo a los inmigrantes que entren ilegalmente a través de la frontera con México.
PUBLICIDADDonald Trump ha puesto una piedra más en el camino de la caravana de migrantes centroamericanos que se dirige a Estados Unidos. El inquilino de la Casa Blanca ha prohibido pedir asilo a quienes entren ilegalmente en el país a través de la frontera con México. Así lo anunció el viernes ante un grupo de periodistas, en un mensaje dirigido a la nueva mayoría demócrata en la Cámara de Representantes:
"Acabo de firmar una orden ejecutiva sobre el asilo, muy importante. La gente puede entrar, pero tiene que entrar por los puertos de entrada. Y para mí, eso es algo muy importante. Reitero una vez más que necesitamos los votos de los demócratas. Tienen que aprobar nuevas leyes de inmigración, porque están inundando nuestro país. No los dejamos entrar, pero están tratando de inundar nuestro país. Necesitamos el muro, estamos construyendo el muro, pero necesitamos que todo se construya a la vez y rápidamente", sentenciaba el presidente estadounidense.
Las palabras de Trump provocaron estupefacción en la ONU, que no tardó en pedir a Washington respete el Estatuto de los Refugiados al que se adhirió en 1967:
"El servicio jurídico está estudiándolo. Es un documento largo. Es necesario revisarlo cuidadosamente para dar una respuesta adecuada", explicaba Babar Baloch, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
Trump está obsesionado con las sucesivas caravanas de inmigrantes que fluyen hacia su país desde Centroamérica. A las medidas anunciadas el viernes, se suma el envío de 5.000 soldados a la frontera con México para impedir su paso y la promesa de mantener a los inmigrantes en carpas de lona durante años.