Un deslizamiento de tierras ha causado 14 muertos y una docena de heridos en la comunidad de Niteroi, en el estado brasileño de Río de Janeiro.
PUBLICIDADA vista de pájaro parece la dentellada de un gigante sobre los cerros de la comunidad de Niteroi, en el Estado brasileño de Río de Janeiro. Con los pies en el suelo, las montañas de tierra y ripio y la desolación de los vecinos permiten adivinar que lo que ocurrió en estas colinas fue un deslizamiento de tierras, uno más de los que golpean a este inmenso país cuando los días de fuertes lluvias se suceden sin descanso.
Esta vez, 14 personas perdieron la vida y una decena fueron llevadas al hospital con heridas de diversa consideración. El corrimiento de tierras ocurrió de madrugada y sorprendió a la mayoría de las víctimas durmiendo:
"Tengo un amigo que vive ahí arriba. Me llamó alrededor de las 4:40 de la mañana para avisarme de que la casa de mi primo se había derrumbado", contaba una mujer recién llegada al lugar de los hechos.
"Vi momentos de desesperación, con gente llorando. Era algo muy extremo. Yo nunca había vivido nada así. Vi a un grupo de personas tratando de salvar otras que estaba viva entre los escombros. Es lo que vi", acertaba a decir un vecino del barrio.
Entre los fallecidos hay un menor, dos ancianas y un bebé. Un niño de tres años fue llevado al hospital en estado crítico.
"Pude rescatar a mi nieto que está en el hospital. Mi hija, mis dos hijas están en el hospital, y una pareja que conozco. Mi nieta de ocho meses también está allí", explicaba una anciana.
Brasil, donde abundan las construcciones ilegales y sin respetar las normas urbanísticas, sufre con desgraciada frecuencia siniestros de este tipo. En el año 2010, más de 250 personas murieron en derrumbes similares en los cerros de Río.