La familia de la ambientalista y líder indígena Berta Cáceres ha llorado al escuchar la condena dictada contra siete de los ocho acusados de su asesinato. Pero esas lágrimas no eran de satisfacción sino de frustración, porque consideran que siguen libres los responsables del crimen.
PUBLICIDADLa sentencia por el asesinato de la líder indígena hondureña Berta Cáceres ha sido recibida con lágrimas por su familia, pero no de satisfacción, sino de rabia y frustración.
La justicia hondureña ha declarado culpables a siete de los ocho acusados del asesinato de la ambientalista, que fue abatida a tiros en 2016 por su oposición a la construcción de un proyecto hidroeléctrico. El octavo acusado, un hombre en cuya casa se encontró el arma utilizada, ha sido absuelto.
Entre los condenados está Sergio Rodríguez, gerente de DESA, la empresa promotora de la obra. Los jueces consideran probado que organizó el crimen junto a otro responsable de la compañía y dos exoficiales del Ejército de Honduras, Mariano Díaz y Douglas Bustillo. También han sido declarados culpables cuatro sicarios. Las penas no se conocerán hasta el 10 de enero.
Para la familia de Berta Cáceres los responsables intelectuales siguen libres
Sin embargo, para la familia, los responsables últimos del asesinato siguen libres.
"No estaremos conformes hasta que se castigue a los autores intelectuales de este asesinato donde están involucrados la junta directiva de la empresa Desarrollos Energéticos SA, pero también están vinculados funcionarios públicos de los últimos tres gobierno ilegales, producto de un fraude y de un golpe de estado, que han estado operando en este país, cometiendo graves actos de corrupción", aseguró tras conocer la sentencia la diputada Olivia Zúñiga, hija de Berta Cáceres.
"Yo culpo a este gobierno de Juan Orlando por el asesinato de mi hija, porque hubo una conspiración tan grande", añade la madre de la activista asesinada, Berta Flores.
Amnistía Internacional ha denunciado irregularidades en la investigación y el proceso.
Berta Cáceres, una líder indígena amenazada y asesinada por alzar la voz
Berta Cáceres, ambientalista y defensora de los derechos humanos, movilizó a los indios lencas contra la construcción de la central hidroeléctrica de Agua Zarca, en el río Gualcarque.
La noche del 2 al 3 de marzo de 2016, dos hombres irrumpieron en su casa y la asesinaron, a pesar de que se supone que gozaba de protección por las constantes amenazas que recibía. Una muerte emblemática por la que los sicarios recibieron unos 4000 dólares."
