Meses de viaje hasta la frontera con Estados Unidos, y ahora muchos migrantes no quieren esperar más para cruzarla desde México y tratar de conseguir asilo
PUBLICIDADPara muchos migrantes de la caravana que esperan en la frontera con Estados Unidos la paciencia se acaba. La búsqueda de una vida mejor para ellos, y para sus hijos en el caso de los que son padres, es más fuerte que ninguna valla o muro.
Una madre hondureña se cuela por un túnel excavado bajo la frontera de metal. Aunque tiene pocas esperanzas de no ser descubierta, le merece la pena intentarlo. No llega muy lejos, las patrullas fronterizas las detectan y la acaban expulsando inmediatamente.
Estos casos no desaniman a nadie. El goteo de los que cruzan la frontera no cesa.
Donald Trump ha movilizado tropas en la frontera y ha decretado que los casos de petición de asilo se tramiten en México, pero en los precarios campos de Tijuana se cree que llegar a Estados Unidos puede ayudar a que sus peticiones sean aceptadas más rápidamente, pues suelen durar meses.
Meses han tardado muchos en llegar desde centroamérica, y su determinación acumulada puede más que la burocracia.