Los conservadores, dispuestos a derrocar a su líder
PUBLICIDADLos intentos por derrocar a Theresa May mantienen el drama en Westminster. Los tories más favorables al Brexit tienen cada vez mayores esperanzas en conseguir los apoyos para pedir un voto de no confianza contra la líder de su partido.
Mientras, la primera ministra ha estado de gira por las capitales europeas después de retrasar el voto en el Parlamento del acuerdo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea. De esta forma, intenta asegurarse de que sus planes con la frontera de Irlanda, los mismos que irritan a todas las partes del Brexit en su país, generan confianza en el resto del continente.
"Lo que he estado haciendo aquí, en Europa, durante el pasado día es en realidad hacer lo que le prometí al Parlamento que haría, que es hablar con otros líderes de Europa sobre las preocupaciones que ha planteado el Parlamento respecto a la frontera irlandesa. Y lo que se me ha mostrado en esos encuentros es que hay una determinación compartida para negociar este tema y abordar el problema", ha dicho May.
El presidente del Consejo Europeo que estará en la cumbre comunitaria del jueves admitía que hay una voluntad de ayudar en los 27 pero que la cuestión es cómo. El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker ha sido más contundente marcando claramente su posición. "El acuerdo que hemos alcanzado es el mejor posible, es el único posible. y no hay espacio para la renegociación".
De vuelta a las islas, el líder de la oposción, Jeremy Corbyn, llamó a May "la primera ministra fugitiva" y atacó la forma en la que está lidiando con el Brexit. "Muchos primeros ministros pierden votos and hacen cosas mal, pero ayer la primera ministra rebajó su cargo al quitar unilateralmente su desacreditado trato de la mesa y huir en lugar de enfrentarse al veredicto de esta cámara."
A menos de cuatro meses de que el Reino Unido abandone la UE, el acuerdo de May para evitar una salida desordenada y su mandato penden de un hilo. Entre bambalinas hay rumores de que es inminente un desafió a su liderazgo y si eso ocurre será un nuevo capitulo en el culebrón que se está viviendo en Londres.