En 2018 Donald Trump comenzó una guerra comercial a gran escala anunciando la retirada de Estados Unidos del NAFTA, imponiendo elevados aranceles a las mercancías procedentes de la Unión Europea y a las importaciones chinas.
PUBLICIDAD"Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar". "Los aranceles son lo más grande". "Somos la hucha que está siendo robada". Y por último "soy un hombre de aranceles. Cuando personas o países vengan a saquear la gran riqueza de nuestra nación, quiero que paguen por el privilegio de hacerlo".
En 2018 Donald Trump comenzó una guerra comercial a gran escala. Anunció la retirada de Estados Unidos del NAFTA, impuso elevados aranceles a las mercancías procedentes de la Unión Europea y a las importaciones chinas por valor de millones de dólares.
Durante 2018 tuvieron lugar varias rondas de conversaciones entre China y los Estados Unidos, pero sólo cuando los dos presidentes se encontraron cara a cara en la cumbre del G20 en Argentina, los inversores tuvieron la esperanza de que algún progreso fuera posible.
Ese mismo optimismo cauteloso se dio cuando Donald Trump se reunió con Jean Claude Juncker en verano. El presidente de la Comisión Europea se dirigió a Washington cuando Estados Unidos impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio y amenazó con nuevos impuestos a la industria automovilística europea.
El único acuerdo comercial permanente firmado por el presidente estadounidense en 2018 fue el nuevo acuerdo entre EE.UU. México y Canadá después de que Estados Unidos se retirase del NAFTA.
Pero un acuerdo comercial por cada tres conflictos no es suficiente para animar la economía mundial que vio como desaceleró su crecimiento en 2018.
Para Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, "más que nunca, al menos, tal y como se demostró en 2008, lo que ocurre en una nación va a afectar a las demás. Desde armas de destrucción masiva, ciberseguridad, hasta el sistema financiero interconectado, muchos de nuestros desafíos actuales no reconocen fronteras por lo que cuando la cooperación internacional flaquea, debemos recordar la leción que los Estados Unidos y sus aliados han enseñado al mundo en los últimos 75 años: la solidaridad es en interés propio"
2018 será recordado como el año de las tensiones y conflictos comerciales, por lo que en 2019 es muy probable que asistamos a muchas negociaciones comerciales.