Fracia y el Reino Unido han acordado enfrentarse juntos al fenómeno que se está registrando en las últimas semanas, en las que se ha disparado el número de migrantes que tratan de cruzar las peligrosas aguas del Canal de la Mancha en precarios botes hinchables.
PUBLICIDADEn el canal de la Mancha ya se habla de crisis migratoria. Los gobiernos francés y británico se han puesto de acuerdo para plantar cara conjuntamente al fenómeno que se está registrando en las últimas semanas, en las que se ha disparado el número de migrantes que tratan de cruzar desde Francia a Inglaterra en precarios botes hinchables, fletados presuntamente por criminales organizados.
Los ministros de Interior francés y británico, Christophe Castaner y Sajid Javid, han convenido en una conversación telefónica coordinar sus acciones para frenar la inmigración ilegal, "protegiendo las fronteras y las vidas humanas".
Londres y París se han comprometido a aumentar el número de patrullas de vigilancia, a tomar medidas para desmantelar los grupos de traficantes y a llevar a cabo campañas de información entre los migrantes para advertirles del peligro de cruzar el Canal de la Mancha.
Desde el pasado noviembre, más de 220 migrantes, en su mayoría iraquíes, iraníes, sirios y afganos, han sido capturados por las autoridades tras arribar en pequeñas embarcaciones a las costas inglesas.
El ministro británico, en el ojo del huracán
El ministro británico del Interior, Sajid Javid, se ha visto obligado a acortar sus vacaciones navideñas ante una situación que ha calificado de "grave". La oposición acusa al ministro y al Gobierno de inacción y de ofrecer una respuesta "lenta y defectuosa". También cuestiona las medidas tomadas por el Gobierno francés.
Las mafias del Canal de la Mancha
Una investigación de la BBC ha revelado que grupos organizados convencen a los migrantes en Francia para que crucen el canal de la Mancha con el argumento de que las fronteras se cerrarán después del Brexit. Pero esta travesía es sumamente peligrosa, por la densidad del tráfico marítimo, las fuertes corrientes y la baja temperatura del agua. En apenas una semana, han sido rescatadas más de un centenar de personas.