Los taxistas madrileños no dan su brazo a torcer. En su octavo día de huelga indefinida contra los VTC, miles de taxis, muchos procedentes de otros lugares de España, han ocupado los carriles centrales del paseo de la Castellana para protestar. La policía tardó tres horas en despejar la zona.
Después de tres horas de atasco monumental, la policía nacional ha despejado el Paseo de la Castellana, en el corazón de Madrid, que había amanecido paralizado por cientos de taxis en el octavo día de huelga del sector. Algunos medios españoles afirman que ha habido varios detenidos.
Arropados por miles de compañeros procedentes de todo el país, los taxistas protestan contra los llamados VTC que operan con plataformas como Uber o Cabify, a los que acusan de competencia desleal y ven como una amenaza para su supervivencia, por lo que exigen una estricta regulación en su forma de operar y captar clientes.
El preacuerdo alcanzado entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento el pasado viernes no satisface sus exigencias. Algunos taxistas piden medidas similares a las adoptadas por la Generalitat en Cataluña: ampliación a una hora el tiempo de precontratación de los VTC, prohibición de captar clientes en la calle, de estar geolocalizados y de permanecer en las vías públicas. Hay quien asegura que el decreto catalán, que se aprobará este martes, desembocará en despidos masivos en los VTC.
