El líder del movimiento, Maxime Nicolle, critica la reunión de Di Maio y asegura que está en contra de una alianza con los italianos para las elecciones europeas.
PUBLICIDADAlrededor de medio centenar de detenidos y un herido grave en el décimo tercer acto de los "chalecos amarillos" en París.
La situación empezó a complicarse a hacia la una de la tarde, a la altura de la Asamblea Nacional, cuando una granada de dispersión arrancó de cuajo la mano de un fotógrafo de los chalecos amarillos que estaba tomando fotos frente al edificio.
El ministerio del Interior contabilizó unos 50.000 manifestantes en total, 4.000 de ellos en París, frente a los 13.000 de la semana pasada.
Y en sur del país, y en la misma semana que el Gobierno de Macron retiró temporamente su embajador de Roma por lo que considera una intromisión de Italia, cerca de 200 'chalecos amarillos' intentan cruzar los controles para reunirese con los italianos que "comparten sus quejas":
"Los gobiernos de Francia e Italia tienen su propio problema . No es nuestro. Somos dos pueblos y entre el pueblo italiano y el francés no hay ningún problema. Ellos (los italianos dirigidos por el Viceprimer Ministro Luigi Di Maio) están apoyando un movimiento del que no saben nada", ha explicado a los medios Maxime Nicolle, líder del movimiento de protesta francés.
Para Nicolle, la mayoría de los chalecos amarillos critica la reunión de Di Maio y se opone a una coalición para las elecciones europeas. Su intención de cruzar la frontera -dijo- era sólamente la de informar y compartir con los italianos sus reivindicaciones.