Miles de manifestantes han salido a las calles de Londres el día en el que debía haberse hecho efectivo el Brexit y en el que, sin embargo, volvió a rechazarse el acuerdo firmado con Bruselas
Miles de británicos han salido a manifestarse en Londres contra el retraso del Brexit respondiendo a la llamada del UKIP y de otras formaciones euroescépticas.
Después de que la Cámara de los comunes rechazara por tercera vez el plan de Theresa May, la incertidumbre vuelve a ser máxima en Reino Unido. May podría ahora pedir a Bruselas una ampliación del plazo o convocar elecciones generales.
La paciencia de los británicos se agota. La policía arrestó el viernes a un hombre cuando intentaba escalar las puertas de seguridad de Downing Street.
Aunque con un margen más estrecho (de 58 votos), el rechazo al plan de May fue contundente. Y en un día clave, el 29 de marzo, en el que estaba previsto que se hiciera efectivo el divorcio.
La premier insiste en que seguirá defendiendo una salida ordenada: "Señor presidente de la Cámara, me temo que nos acercamos a los límites de este proceso en en el Parlamento. Esta Cámara ha rechazado la posibilidad de llegar a algún tipo de acuerdo de Brexit. El miércoles rechazó todas las variaciones de la propuesta sobre la mesa. Y, ahora, ha rechazado aprobar el acuerdo de Brexit por sí solo y continuar con un proceso sobre el futuro".
La oposición aboga por moldear la propuesta e invita a May a convocar comicios en breve.
"Ahora, este acuerdo tiene que cambiar. Tenemos que encontrar una alternativa. Si la primera ministra no puede aceptarlo, entonces, debería dejar su cargo. Y, no en una fecha indeterminada sino ahora, para que, así, podamos decidir el futuro de nuestra nación por medio de unas elecciones generales", afirmaba el líder de la oposición, Jeremy Corbyn.
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La siguiente fecha clave, al menos de momento, es el 12 de abril. El Consejo Europeo ha convocado una cumbre extraordinaria el día 10 para discutir la salida de Reino Unido del bloque comunitario.
El escenario en el que finalmente se haga un Brexit sin acuerdo es una posibilidad muy real, según han reconocido varios líderes europeos, un escenario que las empresas temen que cause el caos en la quinta economía más grande del mundo, cuya libra esterlina se ha desplomado tras la votación del acuerdo de May.