Los cuarenta migrantes rescatados por el Sea Watch en el Mediterráneo aguardan en la isla italiana de Lampedusa para conocer su destino final. La capitana de la embarcación, Carola Rackete, pasará a disposición judicial este lunes.
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Las cuarenta personas restacadas por el Sea Watch en aguas del Mediterráneo esperan a conocer su destino final en el centro de acogida de la isla italiana de Lampedusa.
Se prevé que sean distribuidas finalmente entre Francia, Alemania, Luxemburgo, Finlandia y Portugal. El barco de rescate humanitario atracó por la fuerza haciendo caso omiso de la prohibición del Gobierno italiano.
"Estoy muy feliz, quiero dar las gracias al Sea Watch, si no hubiera sido por el Sea Watch ahora no sería más que un cadáver", explica uno de los jóvenes rescatados.
Mientras, la capitana del barco Carola Rackete que continúa bajo arresto domiciliario en Lampedusa, pasará a disposición judicial este lunes por un presunto delito de "resistencia y violencia contra una nave de guerra". Rackete, en declaraciones a la prensa italiana, ha dicho que su decisión de atracar por la fuerza en el puerto "fue un acto de desobediencia, no un acto contra las patrulleras italianas".
Algunos habitantes de la isla han censurado su actitud: "No saldría de la cárcel si esto hubiera ocurrido en otro país como Túnez, Francia, Alemania o el Reino Unido".
El Sea Watch es un barco fletado por una oenegé alemana que navega bajo pabellón holandés.
Otra embarcación de similares características de la organización española Open Arms ha localizado este domingo a otras 40 personas, entre ellas cuatro bebés y tres mujeres embarazadas. Tras recibir atención son trasladadas también a Lampedusa.