El Gobierno español protesta ante la Santa Sede por las declaraciones del nuncio papal en España sobre la exhumación del dictador, que considera una "injerencia".
PUBLICIDADLas palabras del nuncio del Vaticano en España sobre la exhumación de Franco resuenan con fuerza en Madrid. No han gustado en absoluto al Gobierno español, que ha anunciado que va a presentar una queja formal ante la Santa Sede, por considerarlas una "injerencia".
En una entrevista con Europa Press, Renzo Fratini acusó al Ejecutivo socialista de querer "resucitar" a Franco por "motivos políticos" e "ideológicos".
"El nuncio se ha saltado una ley española", Carmen Calvo
La vicepresidenta del Gobierno español ha dicho que habrá una "respuesta contundente" por unas declaraciones, ha señalado, impropias "de cualquier legación diplomática".
"El nuncio se ha saltado una ley española, que la ha criticado de esta manera, y eso es completamente inusual en las relaciones diplomáticas. Así que el Gobierno se va a quejar ante la Santa Sede de semejante intromisión", ha declarado Carmen Calvo, vicepresidenta en funciones del Gobierno de España.
Ofensiva fiscal contra la Iglesia católica
La polémica desatada por el nuncio papal ha hecho que Madrid vuelva a poner sobre la mesa su ofensiva fiscal contra la Iglesia católica, aparcada en abril y con la que quiere acabar con sus privilegios.
Hasta ahora, la Santa Sede había mantenido una posición neutral, en un tema que divide a la sociedad española.
El Gobierno de Pedro Sánchez anunció hace un año su intención de exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. La oposición de la familia del Caudillo ha logrado, en los tribunales, paralizar su traslado al cementerio de El Pardo, que en principio estaba previsto para el 10 de junio.