El proyecto de un alemán y un refugiado sirio mezcla música electrónica y folk árabe, entre otros estilos
PUBLICIDADViejas canciones árabes, música electrónica occidental, algo de improvisación, tradición folk y unas pinceladas de house. La mezcla puede parecer de lo más exótica, pero es la fórmula de la felicidad para la banda sirio-germana Shkoon. Ameen Khayer es un refugiado de guerra sirio que en 2015 llegó a Hamburgo tras pasar por Turquía. Allí se encontró con el alemán Thorben Beeken, momento en el que nació su proyecto musical.
"Desde el principio, el proyecto comenzó con un mensaje. Un mensaje que decía que no soy sólo un refugiado. Y cada canción que interpreto, folk u otra, es sobre recuerdos que están en mi cabeza, eventos que una vez me ocurrieron: un día, un amigo que perdí, una casa que fue destruida, un tío que murió, un tío que enfermó. Esa es la historia", explica Khayer.
El éxito de la banda fue inmediato, pero no podían actuar en cualquier sitio por que Ammen Khayer tenía un pasaporte de refugiado que no se acepta en todos los países. Ahora están de gira con un gran seguiimiento de público, que incluye dos aforos completos en el Líbano.
Thorben Beeken recuerda cómo han llegado hasta allí: "Nuestro primer concierto de verdad fue en el Festival Fusion de Alemania, lo cual es algo muy grande y ni siquiera sabíamos lo que hacíamos en aquel entonces. Así que todavía nos gusta correr después de todo lo que está pasando y eso es genial".
En 2016 el violinista sitio Maher al -Kadi se unió a la banda, una decisión acertada según explica: "Mi viaje con Shkoon fue una locura. La vida iba muy rápido aunque todavía hacíamos lo que queríamos y lo que amábamos. Llegábamos a la gente más rápido y el número de fans crecía día tras día".
Shkoon pasara por el verano por Alemania y en septiembre está previsto que toquen en Grecia. Toda su información está en su página de Facebook.