Un nuevo traspiés en la investidura sería 'el fracaso de toda una generación de políticos' españoles

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¿Y ahora qué? El fracaso de la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno en España no significa forzosamente que habrá elecciones anticipadas. Según marca la Constitución, el rey iniciará una nueva ronda de consultas con los líderes de los partidos políticos con representación parlamentaria con el objetivo de proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno.

Lo más probable es que el monarca vuelva a elegir al mandatario saliente, el socialista Pedro Sánchez, cuyo partido ganó con holgura los comicios del pasado 26 de abril y quien el jueves manifestó en una entrevista televisada que quería intentarlo de nuevo.

Sea quien sea el candidato elegido por Felipe VI este deberá someterse una votación de investidura antes del próximo 23 de septiembre. Si no lo hace, el monarca disolverá el parlamento y convocará elecciones generales en noviembre. Si lo hace y fracasa, el proceso volverá de nuevo a la "casilla real".

Tras la votación del jueves se ha abierto, pues, un nuevo periodo de contactos y negociaciones entre bambalinas. Las conversaciones de estos últimos días entre el PSOE y la formación izquierdista Unidas Podemos han dejado un agrio sabor de boca en las filas socialistas...

... Pero ¿acaso existen otras opciones? Nos reponde el analista político Fernando Vallespín:

"La otra posibilidad es que uno de los grandes partidos de la derecha se abstenga. Yo no lo excluiría en el caso de los conservadores tradicionales, el Partido Popular, porque, en cierto sentido, es un fracaso del sistema político en su conjunto si vamos a unas nuevas elecciones en noviembre. Sería dramático para el sistema de gobierno español. Hay que recordar que tuvimos tres elecciones generales en los últimos tres años. Tener que afrontar una cuarta sería no solo un fracaso del sistema de gobierno, sino de toda una generación de políticos", explica.

Una generación que representa al pueblo español y que, a fin de cuentas, está condenada a entenderse.