El Festival George Enescu de Bucarest nació en 1958, en memoria del violinista, pianista y director de orquesta rumano. Se ha convertido en uno de los festivales de música clásica más relevantes de Europa. Este año multiplica su radio de acción con conciertos en otros países.
Tres semanas de música clásica conquistan los escenarios rumanos, pero no sólamente: en la edición 2019, el Festival George Enescu despliega un abanico de conciertos en otros tres países europeos y en Canadá. Con este multitudianio evento, el país redora su blasón cultural.
PUBLICIDADCon la Orquesta Filarmónica de Berlín se abre el telón del Festival George Enescu de Bucharest. El compositor, violinista, pianista y director de orquesta rumano murió en 1958 y es considerado uno de los mayores músicos del siglo XX. Tres años después de su fallecimineto, el Festival vio la luz y ha logrado que su trabajo sea interpretado por orquestas del mundo entero y que Rumanía destaque en el extranjero por este evento, convirtiéndose en uno de los mayores Festivales de Música del Este de Europa.
Mihai Constantinescu, director ejecutivo del festival comenta que este festival "intenta mostrar otra imagen de Rumania. Es duro intentar forjar una buena imagen a través de la cultura porque esto requiere que la calidad se mantenga y al mismo tiempo hay que contar con medios financieros, hay que conseguirlos y no es fácil; pero es nuestro objetivo. El festival dura tres semanas y es conocido en el mundo entero."
La cita tiene un gran tirón entre los melónamos. Entre el público hay quien repite. Hablamos con varias personas. Un hombre nos confiesa que ha "asistido a todas las ediciones en los últimos treinta años". Una mujer dice: "me fascina la música clásica desde que era niña, así que me complace estar aquí". Otra adepta comenta que viaja "por todo el mundo pero cada vez que vuelvo a mi país, acudo a este festival porque la música, para el alma, es como la miel." Por último, un espectador comenta que para él, que es "rumano, es muy importante porque estoy muy orgulloso de un compositor como Enescu"
La pianista croata Martina Filjak, ganadora de varios galardones internacionales, actuó con la orquesta Royal Camerata, bajo la batuta de Constantin Adrian Grigore.
Además de los conciertos programados en Rumanía, este año, el Festival ha desplegado sus alas con algunas representaciones en el extranjero, concretamente en: Berlín, Dresde, Florencia Chisináu; y Toronto y Vaughan en Canadá.
El grupo Monte Piano Trio se formó en la escuela de música de Fráncfort. La formación, compuesta de músicos procedentes de Italia, Francia y Rumanía ha sido premiada en varias competiciones internacionales. En este caso interprestaron piezas románticas del francés Ernest Chausson, del austriaco Arnold Schoenberg y de Enescu.
Sobre éste último, Francesco Sica, el violinista de la formación comenta que "la música de Enescu es terriblemente complicada, genial y fuera de lo común." Su colega, el celista francés Claude Frochaux, dice que lo que han interpretado "aquí tiene un toque de música popular, predominantemente es música francesa con colores impresionistas". La pianista del trio, Irina Botan explica que ella, que es rumana, puede "escucharla facilmente, pero lo que hacemos se inspira mucho de la música francesa."
Otro de los platos fuertes de la sesión de apertura del festival fue el concierto de la Cetra d'Orfeo, un grupo belga especializado en música del siglo XV al XVIII.
Alrededor de 3.000 artistas participan durante las 3 semanas de festival, que concluirá el 22 de septiembre.