Los diputados británicos vuelven al trabajo con ánimos revanchistas. El Parlamento reabre solo un día después de que el Supremo declarara ilegal su suspensión por Boris Johnson. Unos piden la dimisión del primer ministro. Otros quieren una moción de censura
PUBLICIDADDicho y hecho. El Parlamento británico reabre este miércoles sus puertas solo un día después de la histórica sentencia del Tribunal Supremo, declarando ilegal sus suspensión por decisión de Boris Johnson.
Los diputados vuelven al trabajo con ánimos revanchistas, lo que podría dar pie a una moción de censura contra el primer ministro británico.
En cuanto a Johnson, que el martes se reunió con Donald Trump en Nueva York, no se da por aludido y asegura que mantiene sus planes sobre el Brexit.
"Tenemos un respeto total por los jueces del Tribunal Supremo -dijo Johnson, mientras a su lado reía a carcajadas el presidente estadounidense- pero vamos a seguir adelante. Respetamos la decisión del Tribunal, pero vamos a culminar el Brexit. Eso es lo que quiere el pueblo británico".
Sin embargo, los diputados británicos se oponen mayoritariamente a un Brexit brutal a finales de octubre y prometen plantar batalla como nunca al primer ministro. En las filas laboristas se pide la dimisión del primer ministro o, en su defecto, un voto de censura para sacarle del 10 de Downing Street.
"Debería disculparse con el pueblo británico, debería disculparse con la Reina, debería regresar de Nueva York en el próximo vuelo. Debería venir al Parlamento y hacer una declaración sobre lo que sucederá a continuación", reclama el diputado laborista Stephen Kinnock.
Sin embargo, Boris Johnson, que se ha quedado sin mayoría en el Parlamento, apuesta por convocar elecciones, con la esperanza de reforzar su posición para poder romper sin cortapisas con la Unión Europea.