Los históricos resultados de las municipales de Hong Kong evidencian el hartazgo de sus ciudadanos contra el gobierno de Carrie Lam, que mantiene el respaldo de China.
PUBLICIDADSeis meses después, las protestas se transformaron en votos y Hong Kong fue escenario de una abrumadora victoria del bloque prodemocrático en las elecciones municipales. Unos resultados que dejan en muy mal lugar a la jefa del Ejecutivo de la región administrativa, Carrie Lam, cuyo cargo no corre peligro sobre el papel aunque sí queda en entredicho. Lam promete tomar nota de lo sucedido y escuchar a la gente:
"Éramos conscientes del gran número de ciudadanos que acudían a votar", decía Lam ante la prensa tras conocer los resultados. "Tal vez no sólo para elegir a un candidato preferido para formar parte del consejo de distrito sino también para expresar su opinión sobre muchas cuestiones de la sociedad, entre las que se incluyen las deficiencias en el gobierno o la insatisfacción con el tiempo que se tarda en hacer frente a la inestabilidad del entorno actual".
Una victoria moral
Los partidos prodemocráticos celebran hoy un histórico resultado que no obstante no les vale para llevar a cabo las importantes reformas que reclaman los manifestantes, al tratarse de unas elecciones municipales para elegir nuevos concejales. Algunos de ellos comparecían ante la prensa a las puertas de la Universidad Politécnica, donde muchos manifestantes antigobierno permanecen atrincherados, en una imagen muy simbólica:
"Creo que lo mejor sería que la policía se fuera y luego la universidad se encargara de la gestión del campus. Esta sería la mejor manera de resolver el problema", decía a las puertas del recinto el consejero Ip Kin-yuen.
Frente al éxito del bloque prodemocrático, el rotundo fracaso del bando oficialista, reflejado en la disculpa pública de los líderes de la Alianza Democrática para el Mejoramiento y el Progreso de Hong Kong. Todos los partidos pro Pekín sufrieron grandes pérdidas. En total, 233 concejales menos que las últimas elecciones.
Con todo, China ya ha reiterado su respaldo tanto al actual gobierno de Hong Kong como a su jefa del Ejecutivo en la que confían, dicen desde el Ministerio de Exteriores, para "acabar con la violencia y restaurar el orden". Pekín también alerta de que "cualquier intento de socavar la estabilidad de Hong Kong acabará en fracaso". Seis meses después, la batalla continua.