Conservadores y labortistas podrían necesitar socios para conseguir la jefatura de Gobierno. Entre ellos, Farage, los nacionalistas escoceses y galeses o los liberal demócratas.
PUBLICIDADUna formación con un solo objetivo, al menos eso es lo que indica su nombre. El partido del Brexit es el vehículo de Nigel Farage. En un solo año y desde la nada, consiguió la victoria en las elecciones europeas. No parece que el éxito se vaya a repetir en los comicios británicos ya que Farage ha retirado más de trescientos candidatos para evitar dividir el voto.
Otra figura influyente en las elecciones es Nicola Sturgeon, la actual ministra principal de Escocia y jefa del Partido Nacional Escocés (SNP). Quiere celebrar un nuevo referéndum sobre la independencia tras el fracaso de la consulta de 2014. La formación cree que abandonar la Unión Europea sería contrario a la voluntad del pueblo escocés, por lo que podría apoyar al Partido Laborista en caso de una victoria sin mayoría.
Entre los otros partidos proeuropeos se encuentran los Liberales Demócratas, los terceros en intención de voto. Sin embargo, su líder, Jo Swinson, tiene dificultades para convencer a sus electores. El partido se ha beneficiado de la disminución del número de diputados laboristas y conservadores en el último Parlamento. Sin embargo, tendrá que luchar para mantener estos logros.
En Irlanda del Norte, la votación se lleva a cabo en un entorno sectario: los unionistas demócratas quieren una relación más estrecha con Londres, mientras que el Sinn Fein republicano quiere una Irlanda unida. Este último partido es contrario al Brexit, pero no ocupa escaños en Westminster, así que no tendrá impacto en las votaciones del Parlamento.
Los nacionalistas galeses y los Verdes han formado una alianza contraria a la salida del país a la Unión Europea que podría lograr muchos escaños.