Miles de húngaros salen a la calle para protestar contra la reforma de la ley que regula el funcionamiento de los teatros. El proyecto del Gobierno ultranacionalista pretende reforzar su control, en detrimento del de los ayuntamientos.
Miles de húngaros salen a la calle para protestar contra la reforma de la ley que regula el funcionamiento de los teatros. El proyecto del Gobierno ultranacionalista pretende reforzar su control, en detrimento del de los ayuntamientos. Lo que es interpretado como una medida contra el flamante alcalde de Budapest, el socialdemócrata Gergely Karácsony.
En tres días, se han recogido más de 50.000 firmas exigiendo su retirada.
"Han creado este proyecto de ley sin consultar con nadie de mi profesión. Y el texto me trae terribles recuerdos de los años 50", dice un actor, asistente a la manifestación.
El texto se hizo público este lunes. Se trata de una nueva versión, que no incluye los puntos más polémicos, como dar amplias competencias al Gobierno en el nombramiento de directores de teatro y la centralización de las subvenciones públicas.
"Honestamente, si no lo veo no lo creo, este no es su primer truco... pero creo que se asustaron, y tienen razón en tener miedo, porque esto se habría convertido en un gran escándalo", señala otro manifestante.
Según los organizadores de la manifestación, que fue convocada antes de que el texto fuera suavizado, el proyecto de ley "viola gravemente la autonomía de la profesión del teatro".
Tras el debate, este martes, en el Parlamento, la votación sobre la reforma del funcionamiento de los teatros en Hungría se espera para este miércoles. Y con toda seguridad el proyecto de ley será aprobado, gracias a la mayoría del gobernante Fidesz.
