Las organizaciones ecologistas critican en cambio un pacto que suaviza los recortes y que no garantiza la sostenabilidad de los caladeros
PUBLICIDADLos ministros de Pesca de la Unión Europea han llegado a un acuerdo sobre el reparto de las capturas del próximo año, pero el texto ha sido inmediatamente criticado por las organizaciones ecologistas.
Tras una larga noche de negociaciones, han cerrado un pacto que suaviza los recortes que se habían previsto para varias especies. Lo que muchos ministros defienden afirmando que es necesario mantener el equilibrio entre el respeto del medioambiente y la realidad socioeconómica de la industria pesquera.
"Debemos tomar en consideración la sostenibilidad en su sentido más amplio, lo que incluye la sostenibilidad de la industria pesquera. Y creo que hemos logrado el equilibrio correcto. Porque hay progresos para mantener los caladeros a un nivel sostenible", ha explicado Michael Creed, Ministro de Pesca de Irlanda.
El acuerdo se centra en el Atlántico y el mar del Norte. Y establece recortes para algunas especies, como el bacalao y las gambas, pero también incrementos para otras, como la caballa o el merlán.
Los ecologistas denuncian que la Unión Europea no ha respetado el objetivo que se había fijado ella misma para que en 2020 las cuotas respetasen rigurosamente los criterios científicos.
"Obviamente estamos extremadamente decepcionados con los ministros de Pesca. No solo mantienen la sobrepesca, también han ignorado la fecha tope que se fijaron ellos mismo. Así pues están perdiendo una oportunidad de oro para responder a la emergencia climática de la que tanto se está hablando a nivel europeo", afirma Rebecca Hubbard, activista de la organización Our Fish.
España se cuenta entre los países que se ha felicitado por el acuerdo: ha conseguido suavizar el recorte en la captura de merluza sur y aumentar la cuota del jurel en aguas del Golfo de Cádiz y Galicia, dos de las especies prioritarias para la flota nacional.
El ministro de Pesca en funciones, Luis Planas, considera que el acuerdo es un "buen resultado" para la flota nacional, ya que permite mantener "un nivel adecuado de las capturas para garantizar la actividad del sector y el cumplimiento de los objetivos de la pesca sostenible."