Irán despide a Qasem Soleimaní

Las imágenes hablan por si solas de la repercusión que la figura Qasem Soleimaní tenía en Irán. Cientos de miles de ciudadanos han salido a las calles del país durante el funeral del comandante asesinado el viernes en Bagdad por un dron de Estados Unidos.

La máxima autoridad, el ayatolá Ali Jamenei, ha llorado sobre el féretro del militar, velado por los más altos dirigentes de la República Islámica . Y, en la espiral de amenazas, Zeinab, hija de Soleimaní, ha alzado la voz: "Las familias de los soldados estadounidenses en el oeste de Asia han sido testigos de la humillación de Estados Unidos en las guerras de Siria, Irak, Líbano, Afganistán, Yemen y Palestina, y pasarán sus días esperando la muerte de sus hijos".

Estados Unidos, por su parte, está enviando tropas a la región preparadas para cualquier contingencia. El presidente Donald Trump también ha advertido en un tweet de represalias, incluso desproporcionadas, contra el régimen de los ayatolás en caso de algún ataque que tenga como objetivo compatriotas. En Washington todavía hay quien alberga esperanzas de que contactos entre bastidores eviten una catástrofe de dimensiones impredecibles.