Al menos 22 personas han fallecido, pero muchas víctimas permanecen aún entre los escombros. El presidente Erdogan ha visitado la zona afectada en Elazig y ha advertido contra las críticas contra las medidas antisísmicas de su régimen.
Son al menos 22 los fallecidos en el terremoto de este viernes en las provincias turcas de Elazig y Malatya, al sureste del país.
1200 personas han resultado heridas, más de treinta se encuetran en estado crítico.
Más de cuarenta han podido ser rescatadas con vida de entre los escombros, donde podría haber aún decenas de víctimas.
La "advertencia" de Erdogan
El presidente Recep Tayip Erdogan ha visitado la ciudad de Elazig y ha asistido al funeral de una madre y de su hijo fallecidos en el seísmo. Ha advertido contra las críticas contra la normativa antisísmica del país que se están extendiendo en internet. Un fiscal de Ankara ha anunciado que investigarán algunos posts que consideran provocativos.
El terremoto, de 6,8 grados en la escala de Richter fue seguido de unas 400 réplicas.
Cientos de especialistas trabajan sin descanso en las tareas de rescate tanto en Elazig, donde se derrumbaron cinco edificios, como en la vecina provincia de Malatya. El epicentro se registró en la localidad de Sivrice, a unos 35 kilómetros de Elazig.
Alivio y dolor
El alivio de los supervivientes se mezcla con el la angustia de los que siguen buscando a los suyos.
"Conseguimos salir al exterior, pero otra gente...no se puede explicar. Estábamos muy asustados, muy asustados. No tengo palabras", dice este hombre.
"Estaban en casa. Tras el terremoto, no pudimos establecer ningún contacto con ellos, hablar con ellos por teléfono. En las dos últimas horas han estado sonando los teléfonos.Contestaron una vez, pero no eran capaces de hablar. Después no volvieron a contestar y ahora los teléfonos han dejado de sonar", cuenta una mujer.
Tiendas y alimentos
Se han repartido miles de tiendas de campaña, mantas y comida entre los afectados. En Elazig se han habilitado polideportivos y blibliotecas para quienes no puedan volver a sus casas.
Turquía es uno de los países con mayor riesgo sísmico del mundo al estar situado entre varias fallas activas. En 199 un terremoto de 7,4 en la región de Mármara causó unos 17.000 muertos.