La violencia ha llegado a la capital india tras la polémica enmienda a la ley de Ciudadanía aprobada en diciembre que permite dar la nacionalidad a inmigrantes que no sean musulmanes.
La enmienda a la ley de Ciudadanía aprobaba por el Gobierno y el Parlamento indios en diciembre convierte la capital en un campo de batalla. Al menos 20 personas han muerto y alrededor de dos centenares han resultado heridas en Nueva Delhi como consecuencia de los enfrentamientos que comenzaron el pasado fin de semana entre seguidores y detractores de la legislación.
Además del despliegue policial, las autoridades han prohibido las reuniones de más de cuatro personas.
Durante enero y febrero hubo una veintena de muertos en todo el país por la misma causa, pero la violencia no había alcanzado a la capital. La polémica normativa permite concederle la nacionalidad india a inmigrantes de países vecinos de diferentes credos, pero no en caso de ser musulmanes.
Los sucesos han coincidido con la visita de Donald Trump al país asiático. La sintonía entre el presidente de Estados Unidos y el primer ministro indio, Narendra Modi, es total, entre otros motivos por el rechazo que ambos han expresado contra la religión del Corán. La necesidad de un frente común ante China también estrecha su vínculo.
