Cerca de veintemil personas se manifestaron en Moscú en recuerdo del líder opositor asesinado hace cinco años, cuyo crimen aún no se ha esclarecido. También protestaban contra la reforma constitucional de Vladímir Putin para perpetuarse en el poder.
Veintemil personas han pedido este sábado la dimisión del presidente Vladímir Putin en una manifestación en Moscú en memoria del líder opositor Boris Nemtsov, asesinado hace cinco años junto al Kremlin.
El 27 de febrero de 2015 fue tiroteado por sicarios chechenos posteriormente encarcelados, aunque nunca se determinó quién había ordenado el crimen.
Los concentrados también protestaban contra una reforma constitucional que permitiría a Putin perpetuarse en el poder.
Otras ciudades como San Petersburgo o Vladivostok han sido escenario de concentraciones similares.
"Han pasado cinco años desde que nuestro Boris fue asesinado", comenta un manifestante. "Él era nuestra esperanza, la esperanza de nuestro pueblo de que habría cambios en el país y que habría una lucha contra los burócratas que roban a nuestra gente".
"Quiero parar la aprobación de los cambios constitucionales porque creo que es lo correcto y que es un gran error que lo hagan", asegura otro opositor.
Nemtsov fue gobernador, diputado, ministro y viceprimer ministro con Boris Yeltsin luego se convertiría en un gran crítico de Putin. Antes de su muerte estaba trabajando en una investigación sobre la implicación del ejército ruso en la guerra en el este de Ucrania.
Su abogado acusa al Kremlin de obstaculizar la investigación de su asesinato. La Unión Europea y el líder opositor Alexei Navalny han pedido a Moscú que se reabra el caso.