Miles de migrantes siguen bloqueado en la frontera Turquía y Grecia junto al río Evros. La Unión Europea advierte a los refugiados de que sus puertas están cerradas.
PUBLICIDADMiles de migrantes siguen bloqueados en la frontera Turquía y Grecia junto al río Evros. La Unión Europea (UE) advierte a los refugiados de que sus puertas están cerradas.
Caminan junto a una frontera que Grecia no quiere abrir. Algunos deciden saltar la alambrada, muchos sufren en silencio, en la carretera, todavía en Turquía. Otros tratan de descansar, hay muchas familias con niños pequeños que huyen de la guerra, de la miseria. Mientras, la Unión Europea intenta disuadir a los migrantes, sus puertas están cerradas.
La espera es tensa y su relato estremecedor.
"Nos dieron el bote y nos dijeron que cruzaramos el río, ya estaríamos en Grecia pero lo rechacé porque teniendo niños no puedo correr el riesgo de cruzar el cauce, incluso sólo, no quiero cruzar el agua, son seres humanos, no son animales", comenta un migrante.
"Estamos sentados en este lugar y la policía nos dice que tenemos que caminar ¿A dónde debemos ir? Tengo cinco hijos y mi esposa. No nos queda nada, ni dinero, nada", añade otro.
El ministerio del Interior turco cifra en 130.000 los migrantes que habrían entrado en Grecia desde el pasado 27 de febrero, cuando Turquía cumplió con la amenaza de abrir sus fronteras y empujarlos hacia las puertas de la Unión Europea.
Se calcula que uno de cada cuatro migrantes procede de Siria.