El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, cifra el impacto económico en 700 millones de euros.
PUBLICIDADEste año España tendrá que esperar para escuchar el sonido de la pólvora y ver arder las estatuas, más conocidas como Ninots. Las Fallas, fiesta tradicional en Valencia, quedan suspendidas hasta nuevo aviso.
Así lo anunciaba el presidente de la Comunidad Valeniana en un intento por contener el coronavirus. Una decisión que se ha tomado en coordinación con el Ministerio de Sanidad y que ha dejado a los valencianos sorprendidos.
Tan solo cinco veces antes se ha cancelado esta fiesta, la última vez durante la Guerra Civil española.
La pregunta que se hacen ahora es cuánto costabrá la suspensión a la Comunidad Valenciana. Ximo Puig, su presidente, cifra el impacto económico en 700 millones de euros. Por el momento, lo que está claro es que el sector hostelero quedará tocado. Estas fiestas atraen a centenares de miles de personas y suponen el 15% del turismo anual.
La situación de incertidumbre se unea los 15 nuevos casos que se detectaron ayer en la Comunidad Valenciana, un dato que hace ascender a 63 el número total de contagiados. El miedo a disparar esta cifra ha conseguido para una tradición centenaria.