Tras la crisis generada por el coronavirus puede surgir una Unión Europea más fuerte o más débil. Mucho dependerá de cómo la gestione.
PUBLICIDADLa Unión Europea se encuentra en una encrucijada. La crisis del coronavirus puede reforzar su papel, pero también puede exacerbar las tensiones entre los Estados miembros.
Ya se han adoptado medidas. El Banco Central Europeo ha bombeado dinero y la Comisión ha suspendido el Pacto de Estabilidad. Pero hacen falta medidas a largo plazo.
"Para ser sincero, lo que estamos viendo son los límites del método intergubernamental para tomar decisiones”, explica Luis Graciano, eurodiputado de Ciudadanos. “Hay una institución que es verdaderamente europea, el Banco Central Europeo, que en esta crisis ha actuado de manera rápida y convincente, con 750 mil millones. Pero para liderar los cambios se necesita pasar de una Europa intergubernamental a una Europa realmente unida. La pregunta es quién podrá hacer estos cambios."
Incluso antes de la pandemia, la Unión Europea parecía atrapada entre el descontento social y la necesidad de encontrar una respuesta política y económica.
"Estamos viendo un retorno de, digamos, los poderes públicos en la gestión del estado del bienestar, en el apoyo a una economía que se estaba estancando”, explica Giovanni Grevi, analista de European Policy Center. “Y este sentido, creo que esta crisis es una oportunidad para analizar cómo se puede innovar en términos de gobernanza y de cooperación entre los Estados miembros y las instituciones de la UE "
La UE parece abocada a asumir su auto-reforma. Porque incluso antes del Covid-19, el bloque estaba amenazado por el populismo y el nacionalismo.