Mascarillas obligatorias, distanciamiento social, certificados de tu empresa y multas de más de cien euros. El transporte público de la Europa en desconfinamiento sorprende a los viajeros que se reincorporan a sus actividades.
PUBLICIDADLos ciudadanos que van dejando atrás el confinamiento en Europa comprobarán que viajar en transporte público resulta ahora una experiencia totalmente nueva. Lo comprobamos con nuestros periodistas en Londres y París.
"A pesar del aumento de gente que usa la red la situación es mucho más tranquila de lo normal aquí a la entrada del metro", comenta Trent Murray. "En efecto, millones de personas aún prefieren quedarse en casa. Tiendas de comida como esta y otras concesiones continúan cerradas y el personal de la estación está bajo mínimos. Aquí en el andén se pide a la gente que sube o baja de los vagones que mantenga el distanciamiento social. Pegatinas en la plataforma recuerdan a los viajeros mantener dos metros de separación entre ellos".
135 euros por no llevar mascarilla
Y en la capital francesa, la lucha contra la pandemia sigue dejando imágenes inusuales como pasillos solitarios o servicios de lavado de manos portátiles.
"Nadie diría que esto es un vagón en hora punta por la poca cantidad de gente a bordo", dice Oliver Whitefield-Miocic. En una situación normal esto estaria lleno de profesionales de la banca regresando a casa desde el distrito financiero de París. Pero en este momento hay una cuarta parte de viajeros. Las autoridades han puesto adhesivos en el suelo y en los asientos para mostrar a la gente dónde debe situarse para mantener el distanciamiento social. Para entrar en el metro en París hay que llevar mascarilla. Si no lo haces te arriesgas a recibir una multa de 135 euros. También debes tener contigo un certificado de tu empleador, en el que se declaran las razones de tu viaje en hora punta, porque las autoridades francesas quieren mantener el número de viajeros en un quince por ciento de los niveles habituales para intentar asegurar el distanciemiento social".