Liberados sanos y salvos tras doce horas de cautiverio, los 13 pasajeros de un autobús secuestrado por un individuo fuertemente armado en la ciudad ucraniana de Lutsk, en el vértice fronterizo con Polonia y Bielorrusia.
Liberados sanos y salvos tras doce horas de cautiverio, los 13 pasajeros de un autobús secuestrados por un individuo fuertemente armado en la ciudad ucraniana de Lutsk, en el vértice fronterizo con Polonia y Bielorrusia.
Identificado como Maxim Krivosh, fue detenido por los servicios de seguridad que negociaron con él durante todo el día para evitar un fatal desenlace.
Las autoridades han destacado que "la actuación de los agentes evitó bajas entre la población", porque el individuo llegó incluso a abrir fuego contra las fuerzas de seguridad, y lanzó una granada que no llegó a estallar.
De 44 años de edad, el secuestrador había cumplido 10 años de cárcel por delitos comunes.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha intervenido personalmente en la liberación de los rehenes, al publicar en las redes sociales un documental estadounidense sobre el maltrato a los animales como pedía el secuestrador.