Una había quedado atrapada en las redes de pesca y otra llegó a tierra en el puerto pesquero de Sines
PUBLICIDADYa están en casa. Querubim y Quibi, dos tortugas marinas recuperadas por Zoomarine en el Algarve, son libres para criar una familia. Una había quedado atrapada en las redes de pesca. Otra llegó a tierra en el puerto pesquero de Sines.
Después de meses de recuperación, se embarcaron esta semana en aguas seguras con la protección de la marina portuguesa.
"Estarán unos veinte o treinta años dando vueltas por los océanos hasta que finalmente regresen a las playas donde se aparearán y las hembras pondrán sus nuevos huevos", cuenta el biólogo Élio Vicente.
"Una sola hembra puede poner 300, 500, 600 huevos o incluso más cada año, pero también es importante recordar que en esta especie, normalmente, de las 1.000 tortugas que nacen sólo una llega a la edad adulta. De ahí la importancia de salvar cada uno de estos individuos", explica.
Querubim y Quibi fueron liberadas a unas diez millas náuticas al sur de Portimão, lejos de la pesca costera y de las artes de arrastre. Cada una lleva ahora un microchip de identificación.