Luis Abinader asume el poder en la República Dominicana y promete acabar con la corrupción. Su otro gran reto será enfrentar la grave crisis provocada por el coronavirus. A la toma de posesión acudió el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo
Luis Abinader asumió este domingo la presidencia de la República Dominicana, con el reto de acabar con la corrupción y superar la grave crisis sanitaria y económica que sufre este país caribeño a causa del coronavirus.
Abinader es un rico empresario de 53 años, que nunca ha ocupado un cargo público. Ganó las elecciones con contundencia, el pasado 5 de julio, con la promesa de implantar un modelo de gestión eficiente y poner fin al clientelismo, los privilegios y la impunidad frente a la corrupción. Lacras que cuestan a este país de diez millones y medio de habitantes, más de un 1 por ciento de su PIB.
"En el Gobierno que iniciamos hoy no se permitirá bajo ningún concepto que la corrupción del pasado quede impune. El que robó dinero deberá pagar a la justicia sus actos", aseguró Abinader.
El flamante mandatario también se ha comprometido a aumentar el presupuesto de Salud para hacer frente a la pandemia, que ha dejado 1450 muertos y golpeado una economía que era la de mayor expansión de la región hasta la llegada de la enfermedad.
Mike Pompeo, al frente de la delegación estadounidense
Debido a la pandemia, al acto solo asistieron ocho delegaciones. Entre ellas, una de Estados Unidos encabezada, nada menos, que por el secretario de Estado, Mike Pompeo, lo que supone el nivel de representación más elevado enviado por Washington a la toma de posesión de un mandatario dominicano desde 1978.
Pompeo y Abinader se comprometieron, en una reunión posterior, a fortalecer aún más su relaciones estratégicas, teniendo en cuenta que Estados Unidos ya es el principal socio comercial de la República Dominicana.