VENEZUELA| La turística Colonia Tovar se reinventa para sobrevivir a la pandemia

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Colonia Tovar se ha reinventado para sobrevivir a la pandemia. Numerosos vecinos de este turístico pueblo venezolano de 20.000 habitantes fundado por alemanes en el siglo XIX han tenido que adaptarse a una sequía de visitantes que ha puesto contra las cuerdas la economía local.

"Sí se ve la diferencia entre antes de la pandemia y ahorita. Incluso hay muchísimos comercios que han cerrado por todo esto, porque no tienen como pagar alquileres", explica Keila Blanco, dependienta de una tienda de relojes de pared importados de Alemania.

Afortunadamente, la hora del cierre no ha llegado para todos. El chileno Patricio Rojas tenía una pizzería, pero le faltaban bocas para comer sus pizzas:

"Se cerró la pizzería, no hay turismo. La gente de acá está pendiente de otras cosas, lógicamente, entonces se reinventó para hacer un abasto, un supermercado", explica.

Un establecimiento para el que sí hay clientes, ya que no depende tanto de los visitantes externos.

Linda Breindenbach alquila cabañas turísticas. El negoció se hundió en marzo, cuando Nicolás Maduro decretó una cuarentena a nivel nacional. El particular levantamiento de restricciones venezolano, donde rige el confinamiento una semana de cada dos, le ha dado un pequeño respiro:

"Ahora es que están empezando a venir. Cuando no es radical (la cuarentena) uno puede alquilar todavía, pero cuando es radical ya no vienen", explica.

Ruben comparte el apellido Breidenbach con Linda, aunque no son familiares directos. La agricultura es el otro pilar de la economía local y también se vio afectada por la pandemia.

"Acá se vendía mucho producto los fines de semana y se lograba colocar acá en el municipio, gran cantidad de esa producción", recuerda.

Si la escasez de combustible no lo impide, los agricultores locales tratan de colocar sus productos más allá de los límites de Colonia Tovar, que poco a poco parece salir de la espesa niebla en la que la sumió la pandemia.