El Ejecutivo luso afronta el reto de preparar la recuperación poscoronavirus y tendrá que concluir los trabajos para que el plan de resiliencia empiece a ser implementado.
Alemania pasa el testigo a Portugal. Desde este uno de enero de 2021, el Gobierno portugués asume la presidencia de la Unión Europea. El Ejecutivo luso afronta el reto de preparar la recuperación poscoronavirus y tendrá que concluir los trabajos para que el plan de resiliencia empiece a ser implementado. El virus ha marcado la gestión de sus predecesores.
"Cuando miro atrás, la pandemia ha sido el mayor desafío durante la presidencia alemana. Juntos podremos gestionar el impacto del coronavirus en las economías de nuestros países y en los empleos de nuestros ciudadanos. El Marco Financiero Plurianual de la Unión Europea, de siete años de duración, y el Fondo para la Recuperación nos ayudarán a superar esta extraordinaria crisis. Muchos países europeos esperan urgentemente estos fondos", declara Angela Merkel, canciller de Alemania.
Las autoridades portuguesas tienen claras sus prioridades para los próximos seis meses.
"La aprobación de los planes nacionales de recuperación, junto con la Ley del Clima y el Paquete de Servicios Digitales. Celebraremos una Cumbre Social en la que reuniremos a interlocutores sociales, a instituciones y a los Estados Miembros en un compromiso conjunto en torno a un Plan de Acción para el desarrollo del Pilar Social. Y trataremos de fortalecer las relaciones con nuestros vecinos y nuestros socios estratégicos, con África, América y la región Indopacífica", afirma António Costa, primer ministro de Portugal.
Todo ello en un semestre marcado por la nueva relación comercial con el Reino Unido, tras el acuerdo al que llegaron Bruselas y Londres, la semana pasada, después de maratonianas y arduas negociaciones.
