El primer ministro Rutte es el favorito en las encuestas. Los comicios, divididos en tres días, medirán el apoyo a las medidas contra la COVID del líder conservador. La necesidad de ayudas públicas podría provocar cierto giro a la izquierda.
PUBLICIDADLa semana próxima se celebran en Países Bajos las primeras elecciones generales europeas desde el comienzo de la pandemia que, junto a sus consecuencias económicas, centran el debate de campaña.
Rutte se ha hecho más fuerte con la pandemia
Se pueden interpretar, por tanto, como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte del primer ministro Mark Rutte, del conservador Partido Popular por la Libertad y la Democracia, el VVD. Aunque el confinamiento no haya gustado a nadie, las medidas adoptadas por su Gobierno reciben la aprobación general.
Sus habituales apariciones en televisión para explicar restricciones o anunciar paquetes milmillonarios de ayudas, han impulsado su imagen de político fuerte, incansable guardián de sus compatriotas.
'La cuestión económica vuelve a ser primordial'
El VVD lidera las encuestas, pero últimamente ha perdido algo de apoyo.
"Vemos que las preferencias de la gente han girado hacia la izquierda", señala André Krouwel, analista político de la Universidad Vrije de Ámsterdam. "Hemos visto que la gente ahora necesita apoyo, apoyo económico del Gobierno. Así que la economía es otra vez lo más importante, cuando en las anteriores cuatro o cinco elecciones la inmigración era la cuestión primordial".
Wilders, sin posibiliades
Todo un contratiempo para el principal rival de Rutte, el ultraderechista Partido por la Libertad de Geert Wilders.
Las principales formaciones rechazan unirse en coalición con él y su estridente retórica antiislamista, por lo que no se le ve con posibilidades de formar una coalición de Gobierno.
La fragmentación política que dificulta las alianzas
Los demás grupos políticos han intentado hacer patentes sus diferencias con Rutte, después de haberle prestado su total apoyo respecto a las medidas contra la pandemia.
Omnipresente pandemia que también ha obligado a celebrar los mítines por internet y a extender los comicios a tres días, de lunes a miércoles.
La fragmentación del panorama político neerlandés, 37 grupos se presentan a la cita con las urnas, podría volver a hacer harto difícil la formación de una coalición. Como pasó tras las elecciones de 2017, cuando Rutte tardó siete meses en conseguir una alianza para su tercer ejecutivo.