Alexandr Lukashenko ha admitido que no estará eternamente aferrado al cargo. Durante una visita a una fábrica cercana a Minsk, el presidente de Bielorrusia, que lleva casi 27 años en el poder, se ha mostrado conciliador con una oposición a la que reprime sin piedad...
PUBLICIDADAlexandr Lukashenko ha admitido que no estará eternamente aferrado al cargo. Durante una visita a una fábrica cercana a Minsk, el presidente de Bielorrusia, que lleva casi 27 años en el poder, se ha mostrado conciliador con una oposición a la que reprime sin piedad desde las polémicas elecciones presidenciales del pasado mes de agosto. Ante un grupo de trabajadores de la fábrica, el mandatario pronunció un discurso cuyo destinatario era todo el país:
"Habrá otros presidentes. Os lo garantizo. Entonces compararéis y entenderéis. Por ahora, tened paciencia. Por supuesto que no estaremos todos, que hay a quienes no les gustan muchas cosas. Hay que tener paciencia. La mayoría de la gente quiere vivir en paz y tranquilidad. Los estudios sociológicos muestran que la gente tiene miedo de perder la estabilidad y el orden en el país", afirmó Lukashenko.
Liderada desde el exilio por Svetlana Tijanóvskaya, la oposición bielorrusa anunció el viernes que espera iniciar conversaciones con el Gobierno en mayo. La iniciativa contó con un amplio respaldo. En apenas unas horas, cientos de miles de personas la apoyaron tras participar en un proceso de votación electrónica:
"En las últimas 242 horas, casi medio millón de bielorrusos han votado (en la plataforma Golos) a favor de resolver la crisis mediante negociaciones. Los creadores de la plataforma les confirmarán que el sistema se llegó a saturar por el importante número de votos que hemos tenido", afirmó Tijanóvskaya.
Las negociaciones pueden estar cerca, pero la represión continúa. El jueves, 18 de marzo, un tribunal de Bielorrusia envió a prisión a dos periodistas acusadas de violar el orden público por cubrir la información de una protesta contra Lukashenko.