Renunciar al ejercicio físico fue muy difícil para los deportistas discapacitados como cuenta Zoltán, un atleta húngaro.
PUBLICIDADZoltán Fenyvesi, es atleta y entrenador de la Fundación Suhanj!, en Budapest. Como todas la personas con discapacidad también encontró difícil el confinamiento. Según su asociación las personas con discapacidad echaron de menos la vida social y el ejercicio físico, aunque también notaron una mayor conciencia social. Pero la actividad física es muy importante porque aumenta la independencia y la confianza.
Zoltán Fenyvesi:
"Mi vida era bastante agitada antes y luego, de la noche a la mañana, tuve que recluirme entre cuatro paredes. Lo cual es interesante: mi primer informe del hospital decía que sólo podría vivir entre cuatro paredes toda mi vida. Y de pronto eso se hizo realidad el año pasado. Fue muy extraño no poder salir a ver a los amigos, no poder salir a entrenar, no tener competiciones, no hacer ejercicio, me sacó completamente de mi rutina y tuve que acostumbrarme a una nueva norma."
Sin embargo, los comentarios enviados a la Fundación Suhanj! también mostraron que las personas con discapacidades experimentaron una mayor comprensión y ayuda que antes, incluso en el aislamiento forzado y con las normas de distanciamiento.
Eszter Hermann, portavoz de la Fundación:
"Queríamos saber, más allá de las dificultades, cómo había cambiado la actitud o la ayuda de la gente de la calle hacia los discapacitados durante las restricciones. De los resultados del cuestionario concluimos que en el último año ha aumentado definitivamente el nivel de sensibilidad social y de ayuda."
Aunque en Hungría se han reanudado los entrenamientos, con las debidas precauciones sanitarias, la asistencia a los gimnasios sólo está volviendo lentamente a los niveles anteriores a la pandemia.