El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes la celebración de un Consejo de Ministros para aprobar que la mascarilla deje de ser obligatoria en exteriores a partir del 26 de junio.
PUBLICIDADEl presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar que la mascarilla deje de ser obligatoria en exteriores a partir del 26 de junio.
"Me gustaría empezar esta intervención haciendo un anuncio muy importante para los 47 millones de compatriotas en nuestro país. Me gustaría decirles que vamos a celebrar un Consejo de Ministros extraordinario el próximo jueves y en el cual vamos a proponer que no sea obligatoria la mascarilla en espacios libres desde el sábado 26 de junio", ha dicho el presidente al empezar su intervención durante la clausura de un evento empresarial en Barcelona.
De aprobarse, España será uno de los países que más ha tardado en llevar a cabo la medida. Solo Italia está tardando en aprobar esta relajación, que en Francia, por ejemplo, se aprobó este jueves. El presidente ha asegurado que España va a mejorar todas sus previsiones.
"Nuestras calles, nuestros rostros, recuperarán en los próximos días su aspecto normal", ha dicho Sánchez que ha aprovechado para reafirmar que su Gobierno está cumpliendo todos los objetivos que se había marcado en lo que a la respuesta sanitaria se refiere.
Los españoles aún deberán portar la mascarilla en los lugares cerrados, en el transporte público y cuando sea imposible mantener la distancia de 1,5 metros con personas ajenas a su entorno. Sin embargo, queda en manos de cada comunidad aplicar ciertas restricciones sobre su uso.
Las voces que venían pidiendo el fin de las mascarillas en exteriores eran crecientes. Sobre todo con el avance de la vacunación y con una incidencia acumulada a la baja desde hace semanas.
La noticia también será bien recibida entre los turistas que comienzan a llegar a las costas españolas. La mascarilla en la playa había creado un fuerte debate a finales de marzo cuando una nueva ley obligaba a los bañistas a utilizarla hasta para tomar el sol, pero ante la polémica Sanidad dio marcha atrás y flexibilizó la normativa.