El nuevo estado de emergencia en la capital japonesa convierte en un sinsentido tener gente en las instalaciones durante la celebración de los Juegos.
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Ni extranjeros ni japoneses. Definitivamente no habrá espectadores en las gradas durante los Juegos Olímpicos de Tokio.
Tras una importante reunión entre los máximos responsables de la cita olímpica se informaba finalmente de la tan temida decisión. Hasta el último momento se esperaba que se pudiera contar al menos con la presencia del público local, pero el nuevo estado de emergencia en Tokio lo ha hecho imposible.
"En la reunión a cinco bandas entre el COI, el Comité Paralímpico, el comité organizador de Tokio 2020, el Gobierno de Tokio y el Gobierno nacional, se ha decidido no tener espectadores en las sedes de Tokio después de que se anunciara el estado de emergencia por un nuevo virus en la capital", confirmaba la ministra Olímpica Tamayo Marukawa.
Preocupante rebrote
Y es que el nuevo estado de emergencia en la ciudad olímpica se extiende hasta el día 22 de agosto, dos semanas después de que terminen los Juegos, lo que para muchos suponía un sinsentido. Tokio atraviesa actualmente un importante rebrote de casos que se ha traducido en nuevas restricciones y que llevaba a los expertos sanitarios a recomendar la sonada medida.
El presidente del COI, Thomas Bach, ya en Japón, defiende sin tapujos la decisión: "Creo que todos podemos estar muy satisfechos de que se hayan establecido medidas más estrictas para proteger a todo el mundo, al pueblo japonés y a los participantes en los juegos".
El próximo día 23, aunque sin público, los Juegos Olímpicos finalmente arrancan, lo cual supone todo un logro teniendo en cuenta no solo la situación actual sino el importante rechazo, de cerca de un 80 por ciento, del propio pueblo japonés con la celebración del mismo.