Por Pak Yiu y Kiyoshi Takenaka
TOKIO, 30 jul - Diez diplomáticos europeos expresaron el viernes su apoyo a un ciudadano francés que lleva tres semanas en huelga de hambre durante los Juegos Olímpicos de Tokio para protestar por el supuesto secuestro de sus dos hijos por parte de su esposa japonesa, permitido por la ley nipona.
Los enviados de la Unión Europea en Japón se reunieron con Vincent Fichot, de 39 años, que está acampado en una estación de tren cercana al Estadio Nacional, uno de los lugares donde se celebran las competiciones de los Juegos de Tokio 2020, donde las temperaturas superan regularmente los 30 grados centígrados (85 grados Fahrenheit) en medio de una humedad sofocante.
La dramática protesta de Fichot pretende llamar la atención sobre la difícil situación de los padres que, como él, se ven privados de la custodia o las visitas a sus hijos en caso de divorcio. Japón, a diferencia de la mayoría de los países del mundo, no reconoce la custodia compartida y los niños suelen perder el contacto con el progenitor que no tiene la custodia.
"Es una cuestión de derechos de la infancia, porque la convención sobre los derechos del niño dice claramente que todo niño tiene derecho a tener contacto con ambos padres, y por eso apoyamos a los padres y, por supuesto, al embajador francés en este caso", dijo Patricia Flor, embajadora de la UE en Japón.
"También es una cuestión de tiempo para los niños porque están creciendo, así que es urgente", dijo a los periodistas. "No es una cuestión sobre la que podamos esperar mucho tiempo. Agradeceríamos tener una respuesta rápida de las autoridades japonesas".
Un representante del Ministerio de Justicia de Japón declinó hacer comentarios sobre este caso en concreto. Dijo que un grupo de expertos está revisando el sistema de divorcio del país, ya que "somos conscientes de que hay varios puntos de vista sobre la cuestión. Algunas personas dicen que no reciben la manutención de sus hijos y otras dicen que no pueden reunirse" con ellos.
En 2019 la ministra de Justicia japonesa, Yoko Kamikawa, dijo que en general Japón piensa que es "importante para el interés de los niños que tanto el padre como la madre puedan participar en el cuidado de los niños después del divorcio."
La esposa separada de Fichot, Maiko Fichot, dijo a través de su abogado: "Como se trata de un caso de divorcio entre particulares, quiero que se proteja mi información privada (...). No tengo intención de pelear fuera de la sala ni de hacer más comentarios".
Su abogada, que pidió no ser nombrada, declinó participar en una entrevista.