El rompehielos hace todo lo posible para no perturbar su modo de vida. Disminuye la velocidad si ve que el rompehielos puede destruir un paquete de hielo o lo rodea por completo
Osos polares pasean por el archipiélago de Tierra de Francisco José, en el Ártico ruso. Miembros de la expedición "Ledokol znaniy" (Rompehielos del Conocimiento) en la proa del rompehielos de propulsión nuclear "50 Let Pobedy", observan a estos maravillosos animales mientras navegan por el Canal Británico. “Todos los osos que encontramos en nuestro camino estaban absolutamente tranquilos, sin miedo. Era como si no estuviéramos allí”, explican los miembros tripulantes de la embarcación.
El rompehielos hace todo lo posible para no perturbar el modo de vida de los osos. Disminuye la velocidad si ve que el rompehielos puede destruir un paquete de hielo o lo rodea por completo. "Los osos son los jefes, este es su hogar, nosotros sólo estamos de paso. Si se interponen en nuestro camino, reducimos la velocidad o damos la vuelta", dice el capitán de la embarcación, Dmitri Loboussov.