La erupción del volcán de Fagradalsfjall, cerca de la capital, ha atraído desde marzo a 260.000 visitantes. Se espera que la buena racha dure mucho tiempo.
PUBLICIDADMucho tráfico por Fagradalsfjall, localidad de Islandia próxima a Reikiavik. Su volcán se ha convertido en una gran atracción turística desde que comenzó su erupción el pasado marzo. Todo un salvavidas para el sector, bajo mínimos tras los confinamientos mundiales derivados de la pandemia.
Más de 260.000 personas lo han visitado desde entonces.
Como hecho aposta
"El momento fue muy oportuno", reconoce la directora de la oficina de turismo islandesa Sigridur Dögg Gudmundsdottir. "La gente nos preguntaba si lo encendimos a propósito".
Estos fotogénicos ríos de lava incandescente han vuelto a poner a esta lejana isla en el mapa.
"La decisión de venir a Islandia este año ha sido por el volcán". "Era la primera en mi lista de deseos", cuentan estos turistas.
Por mucho tiempo
"Hemos visto un enorme aumento del turismo este verano. Las cifras son importantes", asegura Gudmundsdottir.
La buena racha podría ser larga. Las erupciones de los llamados volcanes en escudo como este, según los geólogos, pueden durar decenios.