Es la primera ampliación de los asentamientos que se va a llevar a cabo desde la llegada al poder del Gobierno de coalición de Naftalí Bennet que incluye a un partido arábe israelí.
PUBLICIDADIsrael aprueba la construcción de más de 3.000 nuevas viviendas en colonias judias de Cisjordania ocupada. Es la primera ampliación de los asentamientos que se va a llevar a cabo desde la llegada al poder, el pasado junio, del nuevo Gobierno de coalición encabezado por Naftalí Bennett y que incluye a un partido arábe israelí.
Esta decisión se tomó a pesar de las condenas de Naciones Unidas, de la Unión Europea e incluso de Estados Unidos, fiel aliado de Israel.
Unas condenas que se quedan en papel mojado sin ninguna consecuencia para el estado hebreo que sigue ganando territorio palestino año tras año cualquiera que sea la tendencia poliítica del Gabinete israelí y que en este caso no es una sorpresa ya que Naftalí Bennett siempre fue un férreo defensor de la colonización de Cisjordania.
Una situación denunciada por Hagit Ofram, activista de la organización israelí 'Peace now', Paz ahora.
"Ahora todo el mundo sabe que este no es un Gobierno de cambio, sino que es un Gobierno con la misma política de Netanyahu, es decir construir más asentamientos, profundizar la ocupación, y restar oportunidades a la paz".
Más de 50 años de ocupación y de colonización
Como contrapartida, el Alto Consejo de Planeamiento tiene previsto volver a reunirse la semana próxima para decidir si aprueba o no la construcción de unas mil viviendas para palestinos en los territorios cisjordanos donde Israel ejerce el control administrativo y de seguridad, y donde los palestinos casi nunca obtienen permisos de construcción. Y cuando se atreven a edificar sin permiso en territorios de su propiedad, sus viviendas reciben una orden de derribo que en caso de de no ser acatada es llevada a cabo por el Ejército israelí a quien le tienen que pagar el coste de la demolición.
En la actualidad unos 450.000 colonos israelíes viven en Cisjordania. Una ocupación que se inició en 1967 tras la guerra de los seis días y que viola el derecho internacional y resoluciones de la ONU. Israel alega razones religiosas para ocupar esta tierra que tiene las mayores capas freáticas de la zona.