Un miembro iraquí del autodenominado Estado Islámico fue condenado este martes a cadena perpetua por "genocidio" contra la minoría yazidí por un tribunal alemán, la primera sentencia de este tipo en todo el mundo.
Un miembro iraquí del autodenominado Estado Islámico fue condenado este martes a cadena perpetua por "genocidio" contra la minoría yazidí por un tribunal alemán, la primera sentencia de este tipo en todo el mundo.
El iraquí Taha Al-Jumailly, quien se unió a la organización yihadista en 2013, fue acusado en abril de 2020 a cargos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y de guerra, así como tráfico de personas.
Según la Fiscalía, en el verano de 2015 en la ciudad iraquí de Faluya, Al-Jumailly dejó morir de sed a una niña yazidí de cinco años que fue "comprada como esclava".
La madre de la menor narró al tribunal el calvario que vivió su hija, "atada a una ventana" fuera de la casa con un calor extremo. El acusado, de 29 años, aplicó los malos tratos a la menor para castigarla por haber orinado en un colchón.
Se trata de la primera vez en el mundo que un tribunal juzga como "genocidio" la violencia de este grupo yihadista contra esta minoría kurdófona yazidí, aunque los investigadores de la ONU ya la calificaron en esos términos.