Sonrisas, abrazos y el deseo manifiesto de caminar más lejos y más rápido por la senda de la integración regional que el eje de la izquierda latinoamericana emprendió hace 17 años. La XX cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, más conocida como la ALBA, concluyó...
PUBLICIDADSonrisas, abrazos y el deseo manifiesto de caminar más lejos y más rápido por la senda de la integración regional que el eje de la izquierda latinoamericana emprendió hace 17 años. La XX cumbre de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América, más conocida como la ALBA, concluyó el martes en Cuba fijándose como meta a corto plazo la creación de dos empresas regionales que desarrollen medicinas y alimentos, cuya escasez se ha dejado notar durante la pandemia.
Países como Cuba, Venezuela, Nicaragua o Bolivia han destacado la necesidad de avanzar hacia una mayor interdependencia económica para afrontar mejor los embates del enemigo común: Estados Unidos, quien, según el cubano Miguel Díaz-Canel, aprovechó la pandemia para afianzar su dominio regional.
- "Conscientes de la dramática situación generada por la confluencia de esos factores, el imperialismo estadounidense no solo no detuvo, sino que reforzó sus planes de dominación y hegemonía sobre nuestra región", afirmó el mandatario cubano.
El venezolano Nicolás Maduro hizo hincapié las relaciones de igualdad dentro de la ALBA comparándolas con las relaciones de subordinación de muchos países con respecto a Estados Unidos:
"Aquí somos hermanos, vis a vis, tú a tú. Aquí no hay poderosos que dominan, que chantajean, que regañan, que amenazan, y débiles amenazados", sentenció el presidente venezolano.
El nicaragüense Daniel Ortega subió el tono de las acusaciones:
"... (Gobiernos) que comenten genocidio y terrorismo contra estos pueblos (los países de la ALBA), simplemente porque estamos construyendo un nuevo camino", destacó.
Ataques dialécticos que en mayor o menor grado refrenderon todos los miembros de la ALBA con excepción del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, que abogó por un mayor entendimiento con el gigante norteamericano.
El comunicado final de la cumbre apoya el diseño de una estrategia poscovid focalizado en las industrias biotecnológicas y económico-productivas. El plan de trabajo para el año que viene incluye la creación de un observatorio regional contra la injerencia.