El Palacio de Letrán, hogar histórico de los Papas situado junto a la Basílica de San Juan, reabrió a mediados de diciembre sus puertas al público.
El Palacio de Letrán, hogar histórico de los Papas situado junto a la Basílica de San Juan, reabrió a mediados de diciembre sus puertas al público. A petición del Papa Francisco, este emblemático lugar de casi 3.000 metros cuadrados, alberga una nueva ruta turística, en el que se puede acceder por primera vez a los aposentos papales.
"Esta reapertura es la respuesta a una solicitud del Santo Padre. Significa hacer accesible esta belleza y dejar que los turistas, ciudadanos romanos, italianos y del mundo entero disfruten de un palacio que ha marcado algunos períodos de transición importantes de la historia de la Iglesia, y por tanto, de la historia del mundo y de Italia”, explica el obispo Pierangelo Pedretti.
En una sala se refleja la época de los emperadores, cuando llegaron a Roma para ser coronados por los pontífices, como el de Constantino, el primero en acercarse la fe cristiana.
"Hasta el siglo XIV fue la residencia de los Papas, luego su estancia se trasladó a Aviñón, en Francia, por lo que este lugar, que estaba en las afueras, una vez que el Papa regresó a Roma fue encontrado abandonado, saqueado y en decadencia, así que la residencia papal se trasladó al Vaticano, algunos cónclaves se celebraron en la curia del Palacio del Quirinal. El Papa Sixto V quiso revitalizar el palacio demoliendo el antiguo Palacio Pontificio y la construcción del nuevo palacio, este palacio apostólico”, señala Rebecca Nazzaro, misionera de la Divina Revelación.
El Papa Francisco pidió esta reconversión en febrero de 2021 para impulsar el Palacio, cerrado desde 2011, mediante exposiciones y actividades culturales sobre las tradiciones artísticas de las que la Iglesia se enorgullece.