La detención del expresidente Hernández, del Partido Nacional derechista que gobernó Honduras de 2014 a 2022, pone fin a una narcodinastía política. Su antecesor en el cargo de 2010 a 2014 Porfirio ‘Pepe’ Lobo Sosa, también aparece en las 14 páginas de la acusación enviada por Estados Unidos.
PUBLICIDADEn Honduras, el expresidente Juan Orlando Hernández, ha sido detenido en su domicilio, tras la petición de EEUU por corrupción, tráfico de drogas y delitos con armas de fuego.
Con chaleco antibalas y las humillantes esposas que unen pies y manos y se utilizan habitualmente para los pandilleros, la detención de Hernández, en su mansión de Tegucigalpa, llega tras la orden de arresto que le acusa de narcotráfico patrocinado por el Estado y de haber introducido cientos de miles de kilos de cocaína en EEUU. Según la acusación estadounidense, Hernández aniquiló al resto de cárteles de la droga y retuvo para él y sus socios el monopolio del tráfico de cocaína. Todo indica que será extraditado en los próximos días, después de que un juez le tome declaración, como indicaba Ramón Sabillón, ministro de Seguridad de Honduras.
La detención del expresidente Hernández, del Partido Nacional derechista que gobernó Honduras de 2014 a 2022, pone fin a una narcodinastía política. Su antecesor en el cargo de 2010 a 2014 Porfirio ‘Pepe’ Lobo Sosa, también aparece en las 14 páginas de la acusación enviada por Estados Unidos.
Ambos recibieron fuertes sumas de dinero del exnarcotraficante hondureño, Ardón Soriano, alias ‘Chande’, pieza clave en la detención del expresidente Hernández, pues durante el juicio contra su hermano Tony, condenado a perpetuidad en 2021, contó al jurado que asistió a una reunión en la que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán entregaba un millón de dólares en efectivo para la campaña electoral de Hernández en 2013.