A través del diario La Voz de Galicia, los acontecimientos han sido finalmente esclarecidos por el patrón de la embarcación, uno de los tres sobrevivientes. Pedro Sánchez anuncia que Canadá ayudará en la reanudación de la búsqueda de los cuerpos.
PUBLICIDADBanderas a media asta en todo el territorio español. El país ha declarado este lunes día de duelo nacional por el naufragio del Villa de Pitanxo en aguas canadienses.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha informado que las autoridades de Canadá "ayudarán" en la reanudación las labores de búsqueda de los cuerpos de los 12 marineros desaparecidos, en cuanto "mejoren las condiciones meteorológicas".
En las próximas horas, Sánchez recibirá el avión militar fletado por España que repatria a los tres supervivientes y los cuerpos de los nuevo fallecidos que pudieron ser rescatados.
"En el día de hoy tengo previsto el poder viajar a Santiago de Compostela para poder acompañar a los familiares en lo que es la repatriación de los cuerpos de los fallecidos, de los pescadores y también para poder recibir a los tres supervivientes de este terrible naufragio", dijo el mandatario.
Antes de conocerse la reanudación de la búsqueda, los familiares de los desaparecidos y decenas de ciudadanos se reunían para recaudar firmas con el objetivo de exigir al gobierno que insistiera en la localización de los cuerpos.
"Estamos viendo que tan pronto traigan a los supervivientes y a los fallecidos esto se acaba. Lo que pedimos nosotros, no estamos pidiendo nada, estamos pidiendo que lo intenten un poco más", declaró ante las cámaras Cristóbal González, hijo de Fernando González, marinero desaparecido en el hundimiento.
El arrastrero congelador Villa de Pitanxo se encontraba faenando en el momento del hundimiento, en la madrugada el pasado 15 de febrero.
A través del diario La Voz de Galicia, los acontecimientos han sido finalmente esclarecidos por el patrón de la embarcación, uno de los tres sobrevivientes,
Ha revelado que el accidente "tuvo lugar cuando durante la maniobra de virada del aparejo se registró una repentina parada del motor principal que dejó el barco sin propulsión ni gobierno, expuesto al viento y las enormes olas. Esto causó que el arrastrero se escorara y se hundiera de forma muy rápida", sin dar tiempo a toda la tripulación de salvarse.