Mientras los refugiados son recibidos, la población aprende a hacer barricadas y a combatir en una guerra de guerrillas.
La ciudad ucraniana de Lviv está convirtiéndose en un cobijo para muchas personas que huyen de la guerra. A pesar de que a este enclave, al oeste del país y cerca de la frontera con Polonia, los combates no han llegado, la población está trabajando para levantar barricadas en cada entrada e identificar a espías rusos.
En toda la urbe hay talleres y cursos de uso de armas. Los ciudadanos están aprendiendo cómo llevar a cabo una guerra de guerrillas. En grupos de 50 , tienen dos días para asimilar los conocimientos. Se han vuelto a reabrir refugios en los parques, algunos de ellos datan de la Primera Guerra Mundial.
El ministerio británico de Defensa asegura que Moscú está sorprendida por la resistencia ucraniana, que está provocando con sus acciones un avance más ralentizado de las tropas rusas.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha invitado a visitar el país a Elon Musk, que está haciendo que las comunicaciones no caigan gracias a Starlink, un sistema de internet del magnate, que ha asegurado estar con muchas ganas de pisar la exrepública soviética.
Zelenski, además, ha tenido una conversación con el presidente de Estados Unidos, en la que hablado sobre seguridad, apoyo financiero a Kiev y la continuación de las sanciones contra Rusia.
Mientras, las estatuas de Lviv, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, han sido cubiertas para resistir los bombardeos. El sábado los voluntarios distribuyeron comida y ropa.
